Más que nunca
Jamás me ha gustado esta época del año.
Cada día camino, agarrándome contra el viento, escondiéndome de la niebla húmeda, pisando fuerte en los edificios, los carteles y la gente que se reflejan en los charcos en la calle lustrosa. ¿Hay más en la vida que el gris, el negro y el llamado cruel de rayos fríos? Extraño lo que llamaba “casa” y no consigo reconstruir o reemplazar lo que he perdido.
Pero últimamente, he notado que la niebla baila en el viento y la ciudad brilla en el suelo. Lo que era negro ahora es de ónix y lo gris se convirtió en plato. El sol brilla.
Y estando contigo me siento más calurosa que nunca.